7.11.11


Te dejare ser director de orquesta pues la pieza más exquisita de la que nunca goce fue compuesta entre mis labios, bajo mi piel, en mi entrepierna… jugando a amar.

Música divina el pulso cuando late de forma irregular, tiene ritmo inexacto y a la vez placentero.

Armonía pura tus manos sobre mis pechos, arpegio exquisito el goce de los enigmas del cuerpo, nota delicada tus susurros en un único acorde.

Quiero ser la partitura de la satisfacción, un pentagrama donde el espacio venga marcado por el sonido de los gemidos que multiplican el goce y las notas las dibujen la dermis de estos músicos locos mientras el eco se queda sin espacio para resonar pues todo mi interior se llena de tu cadencia y tu canto es aullido de erotismo.

No obstante ten presente que las mejores canciones no siempre se recuerdan

@Intimä

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