21.4.12

Ante la espuma de tu ruego emerjo,
de quien di mi sombra errante,
vuelvo a mirar lejana de faz el señuelo,
¿eres aun memoria donde mi deseo
las batallas rociaron su mandato implacable?

Mi llanto vertido se desprendió vaporoso
y finge la forma del viento
de esta arcilla maleable y pertinaz,
¿ porque no eres...tangible
y no, sobras de ausencia impasible?

Solos mis labios sedientos
lamieron la serpiente de tu negra nada.

La bruma que de ayer solo amara
este loco resuello de lo que nunca fue,
y arrodillada ante el balcón de tu estela
mi espíritu abrasado de sentencia
apenas melancólico se imprime de fe.

Y yo...,
placida luz inefable
que de escritura ínfima se exime.

Tú pasas y soy yo,
quien de un solo latido me riges.



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