1.4.12

Mirándome a través del cristal del espejo de la verdad, descubrí, como jamás antes lo había hecho, una mujer hermosa, infinitamente bella.
Su mirada con destellos de noches bravías, despertaron emociones en la arena de este tiempo, emociones que en este momento había olvidado por no vivirlos.

Me enamoré de ti, como aquel que se enamoró de la luna reflejada en el lago.
Encontré la forma de hacerte llegar mis suspiros, fue una ilusión, como esa luna reflejada en el lago.
Te descubrí, me llené de ti, te toqué, te acaricié e hice a tu lado mil fantasías, y me encontré con una realidad, como aquel hombre que se lanzó al lago…

Continuaron nuestros sueños en las nubes llenándolas de esperanzas, uniendo nuestras miradas hasta dibujar en el horizonte, siguiendo nuestro camino con canciones de Sabina.

Pero pronto el cielo ha comenzado a nublarse, el cielo se ha escondido para mí, aunque la sombra no me importa demasiado, porque tengo tu luz, que me ilumina…
Los rayos rompen las nubes donde hemos puesto nuestros sueños, y estos comienzan a caer malheridos, buscando refugio en la lluvia…pero no lo han encontrado.




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