Arde mi piel en tus brazos
solamente con sentirte.
Con notar que me acaricias,
y con pasión me estremeces.
Arde la piel de mis labios
cuando bebo dulcemente,
ese elixir de tu boca,
que sacia mi sed ardiente.
Arde el fluir de mi sangre,
entre susurros que yacen,
al sentirte por completo,
Arde mi cuerpo extasiado
cuando consigues tenerme,
enredado con el tuyo,
hasta que el sol amanece.
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